Fruta deshidratada
El verano es la estación de la fruta fresca, desde las peras y las manzanas hasta la humilde mandarina, pero ¿qué podemos hacer con el exceso? ¿Qué tal si le das un toque festivo a tus cócteles navideños con una colección de frutas en conserva?
Puedes cortar los limones, las limas y las mandarinas maduras en rodajas finas, untarlas con un poco de zumo de limón y meterlas en un deshidratador durante 6 horas a 70 C / 160 F o en un horno a 70 C / 160 F durante unas 5 horas. Una vez secas, guárdalas en un tarro seco y cerrado y utilízalas como guarnición en tus cócteles favoritos.
También puede añadir sal y azúcar a sus limones para conservarlos y convertirlos en un buen aperitivo dulce y salado que acompañe a las tablas de quesos, añadir una nota salada a las bebidas o incluso impulsar la acidez en una sopa fresca de tom yum. Basta con añadir rodajas y pieles de limón cubiertas de sal a un tarro hasta llenarlo y rellenarlo con un ligero jarabe de azúcar (proporción de 20% de azúcar y agua).
Si tiene peras o manzanas frescas, trátelas como a los cítricos y úntelas con un poco de zumo de limón, o si quiere que sean dulces, úntelas con un agua de azúcar muy ligera. Una vez hecho esto, añádelas al deshidratador o al horno a 70 C / 160 F durante 5-7 horas. Una vez secos, se pueden guardar en tarros secos y herméticos durante meses.
